La escultura data de 1895, pero no fue hasta el 2006 cuando este fenómeno fue visto por primera vez

San Luis Potosí se encuentra lleno de leyendas, algunas que datan de cientos de años y otras que son más recientes, una de ellas, que ha cautivado a propios y extraños, es la leyenda de “La escultura que llora” o mejor conocida como “La virgen que llora sangre” por la gente que la visita y que este 2023 nuevamente fue de los sitios que más visitas tuvo.

Esta escultura se encuentra enclavada en el legendario Panteón del Saucito en San Luis Potosí, mismo que fue inaugurado el ya lejano 16 de septiembre de 1889, y ésta resguarda la tumba que alberga los restos de la familia Bustamante y data de 1895.

La leyenda comenzó en el año del 2006, para ser exactos un 2 de noviembre; aquel día un camarógrafo de un canal local, arribó al panteón para levantar imágenes de apoyo previo a lo que sería las fiestas de Día de Muertos, como testigo de que todo estaba listo para recibir a los fieles difuntos.

Por el momento no se percató de lo sucedió y regresó a las instalaciones del canal, fue ahí, al estar editando el video que notó algo extraño, una de las esculturas que había grabado parecía haber cobrado vida, pues al volver a ver el video las imágenes mostraban como esta abría y cerraba los ojos, acompañando el momento con lágrimas de sangre que rodaban por su rostro.

Cristian Robledo | El Sol de San Luis

A partir de ahí, la leyenda de la virgen que llora comenzó a nacer y sobre todo llegar a los oídos de miles de personas, e incluso se dice que se le han realizado estudios para encontrar el motivo de las lágrimas, pero estos no han dejado en claro cuál es el motivo de su llanto, creciendo aún más el misticismo de esta.

Cristian Robledo | El Sol de San Luis

Si bien a lo largo del año es visitada por cientos de personas, es en estas fechas de Día de Muertos cuando más visitantes y curiosos se acercan a pedirle un milagro y dejarle una ofrenda por la gracia cumplida.

Hay quien asegura que es una virgen milagrosa, otros más aseguran que la escultura no es una virgen y solo se trata de una pleurante o mejor conocida como llorona, que representa el dolor de los deudos a sus seres queridos y que resguarda el descanso eterno de quienes yacen en este lugar.

Cristian Robledo | El Sol de San Luis