El albergue se encuentra a más del doble de su capacidad, cada día hay grupos de 60 hasta 100 personas que se quedan a dormir en la calle

La Casa del Migrante hace un «grito de auxilio» a la sociedad y autoridades para poder dar atención a los cientos de migrantes que llegan cada día, indicó Marco Antonio Luna Aguilar, director del albergue.

Luna Aguilar señaló que a lo largo de todo el mes de octubre se ha mantenido un flujo promedio de 500 personas al día en la Casa del Migrante, por lo que el albergue se encuentra a más del doble de su capacidad, y aún así, cada día hay grupos de 60 hasta 100 personas que se quedan a dormir en la calle, a quienes también se busca apoyar con lo más elemental.

Precisó que poco más de la mitad de las personas albergadas son venezolanos, y después de ellos hay mayor presencia de hondureños; señaló que no solamente en San Luis Potosí, sino en todo el país, ha crecido la presencia de venezolanos en los albergues para migrantes.

Aunque hace unos días se dijo desde el Ayuntamiento capitalino que podría recibir migrantes en sus albergues, el sacerdote señaló que hasta el momento no ha existido acercamiento de la autoridad municipal para canalizar a algunas de las personas hacia esos espacios; agregó que por parte de la Procuraduría de Protección a Niñas, Niños y Adolescentes (PPNNA) sí han acudido para ofrecer refugio a familias con menores de edad, sin embargo sólo una lo ha aceptado, pues por lo general, prefieren resguardarse en la Casa del Migrante o quedarse en sus alrededores.

Cristian Robledo | El Sol de San Luis

Luna Aguilar solicitó ayuda de la población, instituciones, empresas y autoridades, para poder continuar con la atención a los migrantes, para lo cual solicitó medicamentos, sobre todo para enfermedad estomacal y gripe en presentación pediátrica, ya que es frecuente que los menores de edad enfermen; también alimentos, especialmente arroz, frijol, azúcar y aceite, que son lo que más se consume.

Los donativos se pueden entregar en los diferentes espacios administrados por Cáritas, como los bazares, los buzones que hay en algunas plazas comerciales u oficinas, en la Casa del Migrante, o en la iglesia de San José ubicada en la Alameda.