Menos del 35% de las mujeres de ejidos y comunidades son posesionarías de su núcleo agrario

Son pocas las mujeres que conocen sus derechos sobre las parcelas que trabajan, así lo señaló la titular del Instituto de las Mujeres del Estado de San Luisito Potosí, IMES, Gloria Serrato Sánchez, quienes colaboran e impulsan la agenda de derechos humanos a favor de las mujeres agraristas.

Pues menos del 35 por ciento de ellas cuentan con derechos reconocidos en sus núcleos certificados, pues en el estado, tan solo en lo que va del año 2023 la Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU) ha registrado un total de 28 mil 12 posesionarios de su núcleo agrario, de los cuales solo 6 mil 509 son mujeres. 

«Detectamos la necesidad de las mujeres del campo, de las mujeres ejidatarias en donde no habían estado atendidas y si bien las acciones que llevan a cabo las dependencias federales como el Registro Agrario Nacional, pues habían estado entregando algunos documentos de títulos parcelarios y de propiedades comunales y ejidales, pues nosotros llegamos justamente para agregar la capacitación y la sensibilización de las necesidades que tenemos las nosotras las mujeres», señaló.

Por lo que el IMES pone al alcance de las mujeres ejidatarias o agraristas de diversas comunidades, información sobre cómo acceder a los cargos en los órganos de representación de sus comunidades, cursos formativos para defender sus derechos agrarios, así como conocer cómo se realizan los trámites en el RAN, para impulsar actividades con perspectiva de género que les beneficien.

«Hay una gran necesidad de que ellas sepan sus derechos, que tengan conocimiento sobre los derechos que tienen al ser propietarias de su parcelas, el propietarias comuneras que sepan que también tienen esa posibilidad de participar en la asamblea ejidal, esto les va a permitir tomar decisiones, entonces nosotros trabajamos justamente a sensibilizarlas, en capacitarlas, orientarlas, que sepan qué trámites se tienen que hacer y el por qué de los trámites», detalló.

Todo esto para que se reconozcan las mujeres que pertenecen a ejidos y comunidades, como perdonas de carácter participativo y que tienen todo el derecho de acceder y articular acciones en su beneficio, en beneficio de sus ejidos y parcelas y que también pueden integrarse como red, para trazar rutas de trabajo colectivo entre mujeres.

«A más mujeres hay que orientarlas que sepan que son dueñas de su parcela y tienen el título de propiedad, que tienen ellas derecho a estar en la asamblea y participar. A nivel federal los datos son pues todavía donde la brecha de desigualdad es muy amplia y lo que queremos es que ellas ya con su título de propiedad participen en las asambleas ejidales y que estén proponiendo las obras y lo que se requiere en su comunidad», dijo.

Por último Serrato Sánchez enfatizó que, durante las jornadas de atención del IMES, se ha podido detectar las necesidades de estos núcleos de mujeres, quienes históricamente han sido relegadas en sus derechos y en su oportunidad de participar activamente en los procesos de sus ejidos y comunidades.

«Tenemos que trabajar sobre dos vías, uno el empoderamiento de ellas y dos las masculinidades de los hombres del campo, que eso todavía es más complejo porque todavía prevalecen pues estructuras muy tradicionales», apuntó.