En la región noreste, Nuevo León lidera la recepción de remesas, con 341.8 millones de dólares, en el primer trimestre, seguido por Tamaulipas (252.4 millones) y Coahuila (252.4 millones), esta entidad tuvo la mayor variación porcentual con 14.6 por ciento contra el mismo periodo, según datos de Banxico.

Monterrey, NL. En el noreste del país, Nuevo León lideró la recepción de remesas en el primer trimestre del año, con 341.8 millones de dólares, le siguió Tamaulipas con 252.4 millones y Coahuila con 252.4 millones de dólares, según datos del Banco de México.

“En el periodo de enero a marzo del 2023, se registraron remesas para Nuevo León por 341.8 millones de dólares, un aumento de 10.5% respecto a igual trimestre de 2022; Tamaulipas recibió 253.8 millones, (6.7%) y Coahuila recibió 252.4 millones de dólares (14.6%) más que en el mismo periodo. Es decir, que los tres estados siguen aumentando la recepción de remesas, y que Coahuila lo hizo más aceleradamente”, comentó a El Economista, Jorge A. Lera Mejía, profesor investigador de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).

A nivel nacional, el país recibió un nuevo récord de 13,948 millones de dólares en remesas, durante el primer trimestre de 2023, un aumento del 11.4%, comparado con los primeros tres meses de 2022.

“Llama la atención que regiones progresistas del país, también resulten beneficiadas con estas excelentes reservas de capital solidario, dirigidas a estados industriales como Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila, que en este primer trimestre de 2023, vieron multiplicada la recepción de sus remesas respecto al mismo periodo del 2022”, indicó.

Por ello, señaló que, “se tienen que replantear las causas y efectos de las remesas en estos estados, que son cada vez más dependientes de los subsidios de los expulsados (migrantes) hacia sus familiares en sus estados de origen, los cuales no están siendo beneficiados por el empleo en los sectores industrial, comercial y de servicios”.

Por otro lado, los flujos de remesas desde Estados Unidos hacia México registraron un incremento anual de 12.9% y alcanzaron 61,100 millones de dólares en 2022. “Sin embargo, considerando que las perspectivas económicas están estrechamente vinculadas a lo que ocurra en la economía de Estados Unidos, la cual se está desacelerando, los riesgos se inclinan a la baja al cierre de 2023, o arranque de 2024”, recalcó el economista.

Además, el costo de enviar un promedio per cápita de 200 dólares a México, sigue en ascenso, promediando el 5.8% en el cuarto trimestre de 2022, en comparación con el 5.6% registrado en 2021, por lo que también se espera que impacte en los futuros envíos.

Concluyó que las entradas de remesas han adquirido cada vez mayor importancia para México, y ahora, para regiones que tradicionalmente no eran receptoras, como las del noreste, dada su resiliencia como fuente de financiamiento externo, en especial para los hogares de los suburbios de ciudades como Monterrey, Saltillo, La Laguna, Reynosa y Matamoros, sin contar las tradicionales zonas rurales de Nuevo León, Tamaulipas y Coahuila.

“Hoy las remesas, complementan claramente las transferencias de efectivo gubernamentales y son fundamentales para complementar el gasto de los hogares, que se han visto impactados por la persistente inflación de los últimos 12 meses, con un mayor efecto en los productos alimentarios de la canasta básica, de los hogares de los últimos deciles en pobreza y extrema pobreza”, enfatizó Lera Mejía.